Era rojo en ese entonces
Como la pasión, como el infierno.
Como debió ser la espera y el anhelo
de las novias veladas, de las viudas pretéritas.
Fue un tierno galeón con tesoros secretos
navegando en la quietud de un tiempo diferente,
con honduras de paciencia
y, requiebro de sobres
con terciopelo azul por dentro.