16 septiembre 2012

Bocas

Escultura: Rosolena Maresca


Bocas hubo que me dejaron en llamas,
me masticaron como a un fruto fresco,
me marcaron con huellas moradas,
me dieron frescura y vergüenzas.
También bocas suaves,
alas de picaflor que no deseaban detenerse.
Unas que dejaron sed, otras que hastiaron.

La mía fue copa diferente para cada peregrino.
No me arrepiento de los besos
que marcaron mi camino;
será igual,
cuando llegue a la frontera.



© Ana di Cesare. De "Fuegos que no se apagan"

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