Como a un pescado absurdo en el cajón de los remates
Me empujó la vida al desencanto y al espiante.
Los ojos apagados y esa herida, por la que lenta
la ilusión que tuve se pianta sin sentirla
Como un pescado absurdo que a ninguno importa
Me tiró moribunda el destino en la banquina
Yo sola me metí en las redes y entregada
Ni siquiera luché por el honor de la partida.
Se fue a la bolsa aquel ayer de lunas navegantes
Geometía de luces, romance de corales.
Supe querer con corazón de ansias naufragadas
Y solo fui una ilusa con coraje
Entre tantas y tantas marejadas.