Surgen de entre las letras de mi pequeño nombre
muchas ramas de otros que también van conmigo.
muchas ramas de otros que también van conmigo.
Nombres con rostros, o de efigies.
Algunos que pronuncio a diario con claridad de primaveras.
Otros amasados con los viejos ladrillos que me alzan y,
me abrigan en los inviernos.
Nombres secretos que susurro apenas y,
de los que no doy cuenta más que a mi memoria sensible.
Esos que me anticiparon
y tejieron lo bueno y lo peor
que se encierra en las tres letras que me muestran.
© Ana di Cesare