Dijo Sherazade al califa:
- Hubo dos noches, en que interrumpí mis relatos, rey. En esas noches te di a cada uno de tus hijos -
*
*
*
El rey estaba tan embelezado con las palabras de la hija de su visir, que no comprendió que ella se multiplicaba.
Suelen ocurrirle a las mujeres dispersarse en frutos.
Suele ocurrir que los hombres se distraigan.
© Ana di Cesare